domingo, 5 de junio de 2011

DOCUMENTO ENCONTRADO EN LA PLAZA DEL CASTILLO DE PAMPLONA

Mi alegato del 15 de Mayo


Gracias a todo el mundo que participa en este movimiento por devolverme la fe en laHumanidad.


En toda España nos estamos reuniendo miles de personas cada día para exigir en un grito al unísono nuestros derechos, pero este grito no va dirigido a los políticos, ni a los intereses económicos que representan, ni a las corporaciones, ni a ningún otro grupo de poder. Porque -sabemos que estos grupos no tienen oídos para escuchar, ni corazones que conmover. Por eso, este grito va dirigido a todos nosotros, para recordamos que estamos vivos, que somos nosotros los que decidimos nuestro futuro y que en nuestras manos está crear el mundo en el que queremos vivir. En definitiva, para despertamos de un sueño por el que dormimos demasiado tiempo, el sueño de la ignorancia, de la pasividad, del miedo, de la desesperanza.


Este es un movimiento de personas, sin banderas, sin ideologías que transfiguren la realidad de las cosas. Esto no es un movimiento político, porque ya no creemos en los grupos de poder, y estamos hartos de sus discursos, siempre tan faltos de contenido. Nadie puede negar que nuestros representantes hayan perdido toda credibilidad, y que su corrupción se haya vuelto tan sistemática que se ha extendido hasta muchos otros estratos sociales susceptibles de ser contagiados.

Este movimiento no pertenece a nadie, yo he visto en las asambleas a gente de toda clase y opinión y creo que nunca ha habido ningún problema, siempre el respeto ha sido la nota dominante. El respeto, el compañerismo, el amor, la ilusión, a muchos se nos han soltado las lágrimas al oír hablar a más de uno. Y me pregunto si el tiempo de los dogmas, del individualismo atroz, y el de los pensamientos separatistas está terminando por fin. Porque veo que lo que mueve esto no es ningún pensamiento, ni ideal.
 
Esto lo mueve un sentimiento que une a todos por igual, más haya de nuestra cultura y educación, un sentimiento que nace en nuestras mismas raíces como seres humanos, un sentimiento más fuerte que ninguna ideología, que es capaz de conciliar las posturas políticas más opuestas. Un sentimiento que cada vez está despertando en más gente, que veo en casi todos los que nos reunimos aquí cada día, y que hace que viva esto con ilusión, con esperanza, y que pasé 10 que pasé yo venga aquí todos los días para aportar mi granito de arena y para que esto continúe.


Para contagiar a todo el mundo de esta esperanza y de esta fuerza que esté naciendo de cada uno de nosotros para luchar por nuestro futuro, y también, por el futuro de toda la humanidad. Porque me estoy dando cuenta de que cada persona es muy importante, de que todos tenemos algo que dar, que aún nos queda mucho que hacer por este mundo, y de que cada ciudadano, uno a uno, sumamos para formar esta sociedad, y unidos, podemos hacerla a nuestra manera.

Vasta de evadir nuestra responsabilidad civil, vasta de delegar nuestros deberes a terceros, quiero padres atentos a la educación que reciben sus hijos, quiero vecinos atentos de los problemas de sus vecinos, no quiero que a un crío se le medique por hiperactividad, no quiero comer basura, no quiero consentir la corrupción, ni la justicia corrompida al servicio del dinero, ni trabajar toda la vida para pagar un sitio donde vivir. Quiero cultura en la televisión, quiero aprender de la naturaleza de nuevo a vivir, quiero árboles, quiero ríos de los que pueda beber, quiero casas dignas, ¿es que no hay espacio para construir casas dignas para todos?, ¿por qué vivimos en ratoneras?, ¿es que no hay tierras para dar a todos los parados?, ¿por qué no fomentar así los cultivos ecológicos?, ¿por qué no crear una sociedad desde la tierra? Desde 10 esencial, sin paradigmas económicos.


Vivimos en un mundo de abundancia, la naturaleza es abundancia en máxima expresión, sin la acción del hombre la naturaleza crece y crece hasta ocupado todo, sin embargo, hay una serie de ciencias mágicas en la actualidad, que de algún modo transfiguran esta realidad y nos hacen creer que vivimos es un mundo de escasez. Y claro, ellos, nuestros sabios cuidadores, siempre protegiéndonos de la escasez, escasez de alimentos, energía, ¡incluso agua!, dios mío.

Olvidamos también que los que producen los bienes realmente son los trabajadores, que la creación del dinero debería depender de la creación de estos bienes, y no al revés. Y aún más importante, olvidamos que toda sociedad, ciencia, estructura económica, debe estar al servicio del ser humano, y no al revés, y por eso no entiendo como con la tecnología e infraestructura existente es necesario trabajar tanto, no entiendo por que se produce más de lo que se necesita y todo se diseña para estropearse en esta alocada sociedad de consumo.


No entiendo por que el paro es un problema, el paro debería ser el propósito final de una civilización avanzada, ¿o no?, crear una sociedad donde se trabaje lo más mínimo, y sus ciudadanos tengan tiempo para desarrollarse libremente, sin esclavitudes, y con las necesidades mínimas cubiertas. Habrá alguno al que le suene utópico, pero rompiendo un poco los dogmas económicos actuales, decir que desde un punto de vista crítico, es evidente que gracias a las técnicas existentes hoy, con muy poco trabajo bastaría al menos, para alimentar y dar vivienda a todo el mundo. Trabajo para el que existen personas más que sobrantes y deseosas de ser parte productiva de la sociedad.


Creo que sería lógico y justo que a todo el mundo se le cediera un trozo de tierra para trabajar o vivir como derecho de nacimiento, porque este planeta es de todos y cabemos todos. En este momento esta propuesta parece imposible, pero a la vez suena tan lógica... ¿Como es posible tal contradicción? ¿Es posible que vivamos es un mundo tan alejado a la realidad del hombre? Me temo que una mano invisible lleva mucho tiempo meciendo la cuna donde duerme, con indiferencia, el ser humano, y hemos dejado sin damos cuenta, que a todo se le diera la vuelta contra nosotros.


Nuestros representantes pertenecen a una casta política corrupta, es algo general, sin embargo, allí perduran en el poder. El modelo económico mundial no satisface las demandas de la sociedad, a nivel mundial cada año hay más miseria, esto es así, pero el sistema perdura. ¿Cuál es esta fuerza entonces que mantiene a estos poderes establecidos?


En muchos países un bonito ejercito, así de sencillo, pero aquí en España y Occidente en general, la única fuerza que mantiene este sistema es el poder de una ilusión. Un espejismo colectivo que nos quiere hacer creer que este modelo actual es el modelo social más válido y justo, que no es perfecto pero funciona mucho mejor que cualquier otro, que salirse mucho de este marco es hablar de utopías, que palabras como justicia, igualdad, respeto, amor, son solo de soñadores, que el mundo de los adultos, de los serios, es el que importa, es el real.


Pues yo digo que el sufrimiento de una sola persona importa más que todos los grandes monumentos y fortunas del mundo, que la sociedad la formamos cada uno de nosotros, y que así como mucha gente está adoctrinada para sin darse cuenta, con su trabajo, palabras y sentimientos, dar fuerza a este espejismo. Cada día somos más los que nos atrevemos a soñar con un mundo nuevo y mejor, y así, de algún modo, restar poder a este artificial sistema de lobos.

Yo digo que se puede crear otro sistema, otra forma de vivir, que amor, libertad, o justicia, solo son palabras vacías cuando las usan los políticos, que entre todos podemos crear una dinámica nueva, una estructura social participativa, no representativa, sino participativa, donde nuestras voces se oigan y nuestra calidad de vida sea la verdadera prioridad política y económica.


Yo digo que esto no se trata de discutir con ningún poder establecido, ya que están tan cómodamente asentados que no van a realizar siquiera el esfuerzo de intentar comprender. Esto se trata de crear todo desde nosotros mismos, como muy bien están demostrando que se puede en tantas ciudades del país. Se trata de crear ciudadanos cultos, concienciados socialmente .e involucrados políticamente, ese debe ser el pilar de una sociedad mejor. Se trata de crear un sistema de valores donde no se premie la competitividad, el consumismo, la indolencia, y si la generosidad, la justicia, el compromiso. Creo que podría resumirse diciendo que se trata de encontrar la senda de la paz, y no del conflicto, como tan bien está ejemplarizando este movimiento.


Al parecer, nuestros tan altamente responsables políticos, no se percataron de la importancia de crear una industria duradera y competitiva, que crease puestos de trabajo estables y de calidad. Al parecer los eruditos visionarios empresariales no eran conocedores de la crisis inmobiliaria que ya sacudió nuestro país allá por el año 93. Al parecer, la alta cualificación de los jóvenes no estuvo presente en sus planificaciones, tampoco el desarrollo científico, tampoco los avances sociales, tampoco el reparto justo de la riqueza. Pareciese que se estuviera repitiendo de nuevo la vieja historia del oro de las Américas, ¿no?


Aquí hubo gente que plantó ladrillo y recogió oro, oro pagado con el sudor de la mayoría, aquí hubo gente que se lucro enormemente a expensas de los ciudadanos, ya fuera tan solo para alimentar su propio interés egoísta, o salvaguardando intereses económicos internacionales.


Esta doctrina económica actual conocida como capitalismo que es el marco donde se encuentran la mayoría de las naciones del mundo, admite que el dinero es, y debe ser, la fuerza que mueva el mundo. Su tendencia cada vez más liberal propaga la tesis de que cualquier intervención por parte de los agentes sociales sobre estos flujos económicos es perjudicial, y que los mercados deben seguir sus propias leyes en completa libertad. El dinero primero, y luego las personas persiguiendo su rastro.


Sin embargo, decir que el mundo lo controlan los que controlan los grandes capitales es algo conspiranoico, esto es una paradoja, ¿o no? Veo enormes dosis de doble pensar en los propagadores de la ciencia económica actual, como veo muchas otras similitudes en esta sociedad con la de 1984 de George Orwell.


No se puede decir que la culpa de la crisis ha sido la mala gestión por parte financiera del dinero, y décimos que la solución es dar más dinero a estos que tan mal lo han gestionado. No podemos seguir siendo tan ingenuos de pensar que las guerras se hacen por motivos de paz, que la única forma de generar riqueza es sacrificar a la gente para que los bancos y multinacionales sigan obteniendo pingües beneficios, que la felicidad se compra y cada vez es más cara y un poco más sofisticada.


Estamos omitiendo descubrimientos trascendentes que acabarían con la mayoría de los problemas actuales, la demostrada energía libre es un caso claro, las viviendas auto suficientes otro, pero parece que los avances realmente útiles para el bienestar humano no son de interés general, no son rentables, se ve que nos deben interesar más sus campañas políticas.


Desde los medios de comunicación se ha intentado manipular, cuando no censurar, lo que este movimiento está significando, se ha dicho de todo, las interpretaciones políticas creo que se pueden considerar a parte de partidistas, asquerosas, y no es difamar si digo que la objetividad ha sido su postura más evitada. Creo que tampoco es difamar si digo que los poderes fácticos temen este movimiento, y su única respuesta ante el, es la omisión o la violencia. Cito mas o menos un comentario en un foro que leí tras el brutal desalojo policial de los indignaos en Barcelona, que creo, vela muy bien la realidad del estado en el que vivimos: "Considerar que un grupo de personas se reúnan para hablar de política como un problema de desorden público me parece preocupante". Creo que ante esta realidad es difícil negar la ausencia de una democracia. Yo soy una persona que se ha dado cuenta de esta verdad tan solo abriendo los ojos, y he tomado conciencia de mi importancia y responsabilidad para con el mundo. Me he convertido en un ciudadano más de los miles que nos juntamos cada día para reclamar nuestros derechos y deberes como personas en las plazas de España. De los miles que cada vez sumamos más ilusión y amor a este movimiento, y de los millones que deseamos democracia, libertad y justicia ya. De todos aquellos que creemos que esto no es una utopía, sino un sueño que nació de unos pocos, y que con el grito de muchos lo estamos haciendo paso a paso real.


Con el apoyo de todos los que están y quedan por despertar surgirá un mundo mejor, con nuestras voces debemos definir un nuevo engranaje social, para luego, con nuestras manos construirlo. Mientras tanto, paso a paso, con inteligencia y mucha prudencia, desarmaremos los cada vez más denunciados mecanismos de la dictadura, y al final, con nuestra paz, mataremos sus guerras. Este no solo es mi deseo, sino la voluntad de millones de seres humanos que formamos este planeta herido. Violencia no, movimiento sí. Resaltar la importancia del individuo libre pensante ante cualquier voz impositiva, nunca olvidar que la libertad individual ha sido el motor de este movimiento y además su principal nexo de unión con la gente. Y por último, recordar, por si acaso, que la revolución no se hace ni rápido, ni corriendo
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