En primer término romero entrelazado con un helecho. Por detrás, de izquierda a derecha, una orquídea llena de capullos. Sigue un pequeño muérdago y tres plantones de arce rojo. Estos últimos los he conseguido yo desde semillas y ya tienen tres años. Aun sigo con esperanza en conseguir mi sueño de tener una huerta. Lindando casi con Francia hay un caserío con rio truchero propio y 25.000 metros de terreno en bosques y prados y además tiene un precio asequible. Tan solo me falta una persona joven para compartirlo a cambio del trabajo físico que yo ya no puedo hacer.
2 comentarios:
Me interesa... Llevo casi una semana curioseando por este otro "balcón" que generosamente has dejado aquí, a la vista de todos, y estoy seducida por el universo que planteas.
¿De cuánto estamos hablando? Soy joven y tengo dos manos y una cabeza emprendedoras y con voluntad. Lamentablemente, salvo que se pueda abonar el precio con palabras, no creo que con lo que tenga en la hucha alcance... Vaya mierda, eh? Jejejeje.
Lo dicho, Pepa, es un placer poder mirar por este agujerito a tu interior. Gracias y un cariñoso abrazo de neofita,
Lucía
Hola Lucía, te agradezco tu interés. La vida puede dar un cambio cualitativo tan sólo porque alguien se interese por ti. El precio es menos de la mitad de lo que valdría un piso medio en la actualidad, pero habría que reconstruirlo. ¿A qué es un sueño encantador?
Te dejo mi dirección por si te apetece escribirme:
pepapuncel@gmail.com
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