miércoles, 2 de febrero de 2011

SUEÑO

    Jean-Michel Basquiat (1960 - 1988) fue un pintor estadounidense
SUEÑO
        Esconde la prueba de su enorme delito debajo de la escarola, ya preparada, en una ensaladera. El padre va a servirse una ración y comienza a acercarse a la mesa.  Ella se lleva, con disimulo y llena de terror, la ensaladera, y  desaparece tras la puerta, para deshacerse de la prueba de su delito. Escarba en la escarola coge lo que ha escondido y lo tira detrás de una puerta. La acción trascurre al final de un túnel. Reunidos alrededor de una mesa, pero no sentados sino andando alrededor de ella están lo que parece una familia. Un hombre, una mujer y varios adolescentes; chicas y chicos.
Ha pasado mucho tiempo desde los hechos anteriores. La madre, con cincuenta años más que en la escena anterior está muy anciana. Se ve que está moribunda metida en una cama y tapasa hasta el cuello. Solo se le ve la cara y sus dientes rotos, desfigurados y renegridos delatan su edad.  El padre la cuida con amor.

  Han pasado de nuevo muchos años pero alguien alarga hacia el padre un trozo de tela que, si el padre lo viera, descubriría inmediatamente lo que pasó en aquella peimera cena. La asesina pide al padre que le dé un trozo de la tela alegando una escusa tonta con la intención de hacer desaparecer el trozo, que por el modo en que está bordado,  puede delatarla. Corta con disimulo el trozo comprometedor  y lo esconde detrás de una columna. Esta escena se desarrolla en lo que parece el fondo de un garaje. El  padre no se deja engañar y se acerca a ella descubriendolo todo.  Ella se aterroriza y huye. El padre tira granadas de mano hacia la salida de la cueva por donde ella huye. El hijo parece que intenta detenerlo y ayudarlo a la vez. Ella corre a la salida de la cueva con el temor de que si todo estallara, ella quede enterrada en el túnel.
Han pasado muchos años la entrada de la cueva tiene un aspecto muy actual. La entrada de venta de tickets para visitar la cueva tiene una decoración minimalista. Un primer plano de ella, que revela que es casi una anciana, pero a pesar de ello, alguien entre la multitud la reconoce y  grita: —Ella es la que los mató a todos, ella es la asesina.
       Ella tiene el pelo rubio y rizado, peinado hacia un lado y sujeto con un turbante algo ladeado enmarcando su rostro. Ella comienza un alegato lleno de terror y de energía  y clama por su inocencia: —Si yo siendo una niña pude estar ahí, si pude sufrir lo que sufrí, ¿Dónde estaban todos  ustedes los que ahora me acusan? Si yo pude soportarlo y defenderme para lograr sobrevivir,  ¿Por qué me acusan ustedes si  no estuvieron allí? ¿Por qué nadie me ayudó?

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